Cada vez que soñé con volver, al abrazarte desperté.
Cada vez que dejé de creer, que habría otra primera vez.
Suena bien ese centro en inglés, en una cinta de casette.
Con tu voz sobre Robber Smith, how cans the girls you rend my me.
Solía susurrarme que no saldrías de mi vida.
Flotando en nuestro cielo los dos, iniciamos la caída.
Salta tu buzón de voz. A millones de años luz.
Pensabas que podría cambiar, como una carretera. Rompiéndose en el borde del mar, pero no hubo manera. Tormenta de verano en Madrid, y viento en las persianas.
Palabras sin saber que decir, como una puñalada.
Y ya no hay mucho mas que añadir da igual lo que pensabas.
Y yo pintaba guantes por ti, y ya no pinto nada.
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